RV, el relato de MiNatura 99: DRAGONES (leer aquí)
Éste es el relato que apareció en el número 99 de la revista digital de lo breve y lo fantástico miNatura dedicado a DRAGONES:
J. Javier Arnau (España)
RV
Las nubes tenían esa noche la consistencia del chocolate diluido.
Atravesé unas cuantas con mi biplano virtual. El holograma fractal que simulaba el vuelo interactivo falló justo cuando seguía a una bandada de hologansos. Me vi lanzado a otra realidad alternativa; sobrevolé entonces construccionesmedievales. En los parapetos de las almenas, los soldados disparaban a mi biplano –que también había sufrido una transformación alternativa-- confundiéndolo con algún demonio; no me extraña: al sobrevolar un lago y ver el reflejo del aparato, yo mismo me asusté creyendo que me perseguía un poderoso dragón, algo muy presente en las temerosas mentes de los habitantes de aquel plano.
Finalmente conseguí enlazar con la Central de Alternativas Virtuales Sociedad Ilimitada, y reproducir en mi consola un freeware que melanzaron mediante la Red Mundial de Datos, Archivos y Simulaciones.
Llegué de nuevo a mi Realidad, y desconecté todos los aparatos de vuelo.
Pasados unos minutos, decidí volver a llamar a la CAVSI. Misión imposible; en mi nuevo habitáculo no había ningún enganche ni para poder llamar ni, para en caso de que pudiera de alguna forma contactar con ellos, me lanzaran una nueva RV desde la RMDAS. ¡Había caído en lo que más tememos los Viajeros RVH: una realidad en la que no hubiera forma de comunicarnos con la CAVSI, y en la que nos hubiéramos desconectado totalmente de la red, creyendo que habíamos regresado a nuestro Punto de Origen!
Ahora no tengo forma de salir de aquí; sólo espero no estar en una realidad muy atrasada en la que pronto se desarrolle, al menos, Internet -esa red obsoleta ya en nuestros tiempos, pero de donde nacieron/nacerán, con el tiempo, las RV, CAVSI y RMDAS-. Mientras, iré ayudando en lo que pueda, sin levantar sospechas, con los archivos contenidos en el interior de mi cerebro gravitrónico al desarrollo de nuevos sistemas operativos... lo malo es que todavía conservo la apariencia con la que llegué a este plano de realidades... ¡Dragón!
Atravesé unas cuantas con mi biplano virtual. El holograma fractal que simulaba el vuelo interactivo falló justo cuando seguía a una bandada de hologansos. Me vi lanzado a otra realidad alternativa; sobrevolé entonces construccionesmedievales. En los parapetos de las almenas, los soldados disparaban a mi biplano –que también había sufrido una transformación alternativa-- confundiéndolo con algún demonio; no me extraña: al sobrevolar un lago y ver el reflejo del aparato, yo mismo me asusté creyendo que me perseguía un poderoso dragón, algo muy presente en las temerosas mentes de los habitantes de aquel plano.
Finalmente conseguí enlazar con la Central de Alternativas Virtuales Sociedad Ilimitada, y reproducir en mi consola un freeware que melanzaron mediante la Red Mundial de Datos, Archivos y Simulaciones.
Llegué de nuevo a mi Realidad, y desconecté todos los aparatos de vuelo.
Pasados unos minutos, decidí volver a llamar a la CAVSI. Misión imposible; en mi nuevo habitáculo no había ningún enganche ni para poder llamar ni, para en caso de que pudiera de alguna forma contactar con ellos, me lanzaran una nueva RV desde la RMDAS. ¡Había caído en lo que más tememos los Viajeros RVH: una realidad en la que no hubiera forma de comunicarnos con la CAVSI, y en la que nos hubiéramos desconectado totalmente de la red, creyendo que habíamos regresado a nuestro Punto de Origen!
Ahora no tengo forma de salir de aquí; sólo espero no estar en una realidad muy atrasada en la que pronto se desarrolle, al menos, Internet -esa red obsoleta ya en nuestros tiempos, pero de donde nacieron/nacerán, con el tiempo, las RV, CAVSI y RMDAS-. Mientras, iré ayudando en lo que pueda, sin levantar sospechas, con los archivos contenidos en el interior de mi cerebro gravitrónico al desarrollo de nuevos sistemas operativos... lo malo es que todavía conservo la apariencia con la que llegué a este plano de realidades... ¡Dragón!
J. Javier Arnau (España)
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