Poesía improvisada (de nuevo...) Un lugar hacia.
Bueno, vamos a ello, tengo dos frases, más o menos: "no había ningún lugar a donde volar" y disparé a la muerte". Veamos a donde nos llevan:
En esencia, ese puro ser,
cuyas alas batían sin cesar,
no tenía ningún lugar a donde volar,
ningún sentimiento que reclamar,
ni ninguna barreara que superar.
Pero, en otra realidad,
su insignificante vuelo,
mosca de la mantequilla,
rozó el esquema de las cosas
y sus planificadas evoluciones
dieron lugar a un espacio nuevo
una alternativa donde la Muerte
es asesinada día tras día
en un inefable paroxismo
de sensaciones y sentidos.
Sí, yo disparé a la Muerte,
yo asesiné a la Parca
y por eso, su hermano,
el Señor de los Sueños
llora la ausencia del fin
y las pesadillas velan nuestro camino
mostrándonos que, en realidad,
no tenemos ningún lugar
hacia el que volar
En esencia, ese puro ser,
cuyas alas batían sin cesar,
no tenía ningún lugar a donde volar,
ningún sentimiento que reclamar,
ni ninguna barreara que superar.
Pero, en otra realidad,
su insignificante vuelo,
mosca de la mantequilla,
rozó el esquema de las cosas
y sus planificadas evoluciones
dieron lugar a un espacio nuevo
una alternativa donde la Muerte
es asesinada día tras día
en un inefable paroxismo
de sensaciones y sentidos.
Sí, yo disparé a la Muerte,
yo asesiné a la Parca
y por eso, su hermano,
el Señor de los Sueños
llora la ausencia del fin
y las pesadillas velan nuestro camino
mostrándonos que, en realidad,
no tenemos ningún lugar
hacia el que volar
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