Reseña: Ahora hablo yo (Bunmi Laditan, Olubunmi Laditan)
Título: Ahora hablo yo (The Honest Toddler)
Título Original: (The Honest Toddler, 2013) Autores: Bunmi Laditan, Olubunmi Laditan Editorial: Debolsillo Colección: Best Seller
Copyright:
© Escrito bajo la supervisión de Bunmi Laditan
© De Bolsillo
© Penguin Random House Grupo Editorial, S.A
Traducción: Ángeles Leiva Morales
Edición: 1ª Edición: Abril 2014
ISBN: 9788490327272
Tapa: Blanda
Nº de páginas: 288
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Argumento:
Una guía escrita desde el punto de vista de un niño de menos de tres años, el Pequeño Experto, en la que nos va guiando (especialmente, por supuesto, a los que tienen niños a su cargo) a través del arte de cuidar a los niños.
Divertida, irreverente, irónica, a veces surrealista, toca todos los temas trascendentes que atañen a la vida de los niños, vida en la que los padres tienen que estar volcados en exclusiva en su cuidado y bienestar.
Opinión:
El libro está escrito como una guía para los padres, pero desde el punto de vista de un niño de menos de tres años; así que ya podéis suponer lo que veamos a encontrarnos: una guía para dejar hacer al niño todo lo que quiera, y para que los padres se sacrifiquen en todo por sus retoños. Es más, cuanto más sacrificados sean, más se dediquen a sus hijos y más dejen de lado su propia persona para pasar a ser cuidadores a tiempo completo de los niños, mejores serán los padres; ejemplo supremo de esto son los abuelos (en especial las abuelas, pero también los abuelos), a los que los niños ponen como meta a alcanzar por los padres.
Sin embargo, aunque escrito desde el humor, la ironía, a veces alcanzando el surrealismo, hay momentos en los que, tenemos niños a nuestro cargo, nos tenemos que para a pensar en lo que nos está contando el supuesto autor (el pequeño experto). Como ejemplo, el tema de compartir: ¿cómo te sabría a ti que un desconocido entrara en tu despacho, y se llevara algo tuyo, o que te cogiera las llaves del coche y se fuera con él?; pues así pueden llegar a sentirse los niños a los que se les obliga a compartir sus posesiones. O en el tema de las comidas; a ellos no le gustan las verduras (y si pueden no las comen), y están fuertes y llenos de energía; sin embargo, los adultos las comemos y solemos estar cansados muy frecuentemente: así, ¿son buenas las verduras, en realidad? Y eso sucede con otros temas a lo largo del libro.
Cada capítulo comienza con unas supuestas cartas enviadas por padres "desesperados" por la conducta de sus retoños, y la respuesta que da el pequeño experto, dando a entender en todas que todo está de parte de los niños, dando a entender que son los progenitores los que tienen que sacrificarse. También hay una serie de "deberes", igualmente encaminados a subrayar eso mismo que estamos comentando durante toda esta reseña. Asimismo hay algunas cartas, poesías, etc, escritas por el pequeño experto a sus padres, así como algunas recibidas por él de parte de otros niños.
El libro abarca todos los temas que pueden encontrarse al tener un niño; la relación de los padres con otros adultos, las comidas, las vacaciones, la guardería, la relación con otros niños, con bebés, el paso de los pañales a ropa interior, las enfermedades, los juegos, las compras… Todo basado en la experiencia de la verdadera autora, Bunmi Laditan, con su hijo pequeño.
Hay veces que de tanto repetir el mismo tema (que los niños tienen derecho a todo, y que si no se lo concedes eres un mal padre), puede hacérsenos un tanto cansino, pero por suerte hay otros momentos, como digo, de tal humor, que roza el surrealismo, tal es la manera de pensar (o así opina la autora, inspirada por su hijo pequeño) de los infantes.
Acaba el libro con un epílogo en el que el pequeño autor, bajo la promesa de churros, accede a dejar hablar a su madre, a pesar de que algunas ideas van en contra de lo que ha estado contándonos a lo largo del libro… pero claro, ahí está la promesa de los churros, así que, ¡qué puede hacer él!
En resumen, un libro divertido, que nos hace ver las cosas desde el punto de vista de los niños y que, a pesar de esto, hace que en algunos momentos nos paremos a reflexionar si de verdad lo estamos haciendo bien o no.
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