microrelato


Augurios

El café se transforma ante mí. El humo que sale de mi taza adquiere formas y colores que parecen querer indicarme algo.
En el fondo de la taza, sus posos forman un mensaje. Hay magia actuando aquí cerca, y mis "sensores" la han detectado. El perímetro que he erigido para protegerme ha demostrado ser efectivo.

Soy un renegado de la magia negra, y mis excompañeros me buscan para evitar que revele nada de lo aprendido con ellos. Pero aprendí mucho más de lo que ellos suponen, mucho más que lo que ellos llegarán a aprender jamás.
Estos hechizos son muy simples, tanto que ellos los despreciaron; pero son muy útiles para darme tiempo, mediante su aviso, para prepararme para hechizos mayores. No les tengo ningún miedo, mía era la fuerza de la nigromancia incluso antes de que ellos nacieran, y mío será el triunfo final.
Al abdicar de la magia negra, y abrazar la bondad, creé mundos y seres para que me ayudaran en mi lucha; algunos me traicionaron, y se pasaron al bando de mis excompañeros. Pero otros, a su manera, siguen siendo fieles a mi causa. Alá, me llaman unos; Yahvé, Bhuda... tengo muchos nombres pero en el fondo, soy siempre el mismo. Ellos me ayudarán, por eso sé que venceremos finalmente, aunque la lucha dure eones.

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