BLACK MAX Vol. 2 (RESEÑA)





Autores: Frank Pepper, Alfonso Font
Editorial: Dolmen
Colección: Albion

© 1971, 1973 y 2022, Rebellion Publishing IP
© 2022, Plan B Publicaciones, S.L.
Traducción: Xisca Más
Ilustraciones: B/N
Edición: 1ª Edición: Agosto 2022
ISBN: 9788419380128
Tapa: Dura
Nº de páginas: 112

El despiadado barón Black Max regresa en esta historia de aeroplanos y trincheras con tintes de terror. Acompañado de su escuadrón de murciélagos gigantes asesinos, el barón solo tiene un objetivo: la destrucción del Real Cuerpo Aéreo británico en plena Primera Guerra Mundial. Sin embargo, la irrupción de un nuevo piloto británico con ganas de venganza contra el barón por la muerte de su hermano cambiará el viento de la contienda.
Este volumen recoge la segunda y última parte de este clásico del cómic británico de la década de los setenta, inédito hasta la fecha en España. Ilustrado por Alfonso Font, uno de los mejores historietistas de nuestro país, en estas páginas el terror y las aventuras convergen junto a las piruetas más imposibles y las alianzas más inesperadas.

Segundo volumen de las aventuras del aviador alemán, Maximilien von Klorr (Black Max), cuyo primer volumen, "Black Max vol. 1", reseñamos hace poco aquí mismo.

En realidad, como ya dijimos entonces, Black Max es el villano de la historia, el que con sus murciélagos gigantes amaestrados quiere acabar con los pilotos británicos. Sinceramente, la serie parecía que iba a seguir un camino algo repetitivo en la lucha aérea (en ocasiones terrestres) de los murciélagos de Black Max con los aviones británicos, en especial el de su "archi" enemigo Tim Wilson, pareciera que poco más se podía estirar el guion para sacarlo de ese bucle; pero, por suerte, el principio de este volumen ya da un giro y en vez de esto que acabamos de comentar, pasa a ser una historia de obsesión y venganza por parte de un comandante de las fuerzas aéreas británicas hacia Black Max, aun en contra del resto de oficiales, incluso del propio Wilson. Tal obsesión hace que incluso no le importe dejar sin cobertura ni ayuda a las fuerzas terrestres, aunque los esté condenando a una muerte prácticamente segura, con tal de llevar a cabo su venganza.

Más adelante, acabado este arco, ya con el protagonismo de Wilson de nuevo, la historia incide más profundamente en el terror y la fantasía, mostrándonos algo más de la terrible "herencia familiar" de von Klorr y de su relación con los murciélagos. También hay escenas, en los diferentes arcos, en diferentes pueblos, ruinas de diferentes edificaciones (incluso de municipios), así como en la propia Londres. Todo ello hace que, al contrario de lo que pudiéramos haber creído, los guiones tienen la suficiente variedad, dentro de lo que es el argumento general, para no caer en la repetición ni aburrirnos, mostrándonos diferentes arcos, historias, localizaciones, etc.

Con todo esto, tenemos que referirnos a la amplia variedad de ilustraciones. Por supuesto, ya lo comentamos en la reseña del anterior volumen, pero aquí tenemos que reiterar, incluso ampliar, los comentarios que hicimos. Ya dijimos que el cambio de dibujante (ya Alfonso Font definitivamente) derivó a un cierto cambio de estilo, de los volúmenes de tinta de Bradbury a las líneas de Font; evidentemente, la esencia de las ilustraciones se mantiene, no hay ningún cambio brusco, dado que Font mantiene los equilibrios de sombras utilizando cuando es necesario dichos volúmenes. Y aquí, dado los diferentes escenarios por donde transitan las historias, se hace más evidente, pues las escenas nocturnas de Londres, las estructuras ruinosas, y las diferentes guaridas de Black Max, hacen necesaria esa alternancia de las rayas y de los volúmenes de tinta, cosa que Font logra, dada su evolución en la serie y su dominio de las diferentes técnicas; bien es verdad que algunas expresiones, en ciertos primeros planos o planos medios, dan la sensación de apresuramiento, de estar menos acabados que los escenarios, maquinarias, armas, naves, etc. Pero, como podéis ver por estas últimas líneas, el conjunto compensa con creces el total.

Las historias presentes en este volumen fueron publicadas originalmente en la revista Lion & Thunder del Mayo del 71 a Diciembre de ese mismo año, y en la revista Thunder en el anual de 1973.

La portada corresponde a Chris Weston, y el color de la misma a Dylan Teague.

Acompaña a la obra un artículo de Peter García titulado: "Aquellos chalados y sus locos cacharros".

(Originalmente en Anika Entre Libros).




 

 

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