Reseña: El Halcón Maltés (Dashiell Hammett)
Uno de los múltiples trabajos que Dashiell Hammett
tuvo a lo largo de su vida fue el de investigador privado en la famosa
agencia de detectives Pinkerton. Su nombre completo era Samuel Dashiell
Hammett; viene esto a cuento porque el protagonista de El Halcón Maltés
es el investigador privado Samuel Spade, que al igual que hiciera el
propio autor en sus tiempos, debe patearse las calles de la ciudad en
busca de pistas.
El Halcón Maltés
es una de las obras cumbres del género negro, así como una de
las novelas precursoras del mismo género; a su autor se le atribuye el
ser prácticamente el que devolvió el crimen a su verdadero lugar: los
bajos fondos de las ciudades. Es decir, el que tuvo en cuenta el
verdadero origen y foco del crimen, sacándolo de los salones en los que
se desarrollaban las acciones de sus predecesoras. Asimismo, su
protagonista puede que sea uno de los primeros antihéroes del género; un
detective rudo, que no desdeña la brutalidad ni hacer uso de la fuerza
cuando las situaciones lo requieran, que no duda en entregar a la
policía a su amante si con ello él sale bien librado; que engaña a su
socio con su mejor, y no duda en abandonarla cuando este muere… Al mismo
tiempo, se presenta el prototipo de la “mujer fatal”, que no duda en
suplicar la ayuda del protagonista, pero tampoco a la hora de
traicionarlo.
Dashiell Hammett, como buen conocedor de los entresijos de la ciudad, y como buen narrador debido a sus labores literarias en revistas como Black Mask y Smart Set, conforma un laberinto entre las calles de San Francisco, los hoteles, las residencias, sus habitantes, sus trabajadores, etc., llevando la trama por callejuelas de las que no vemos más que una tenue luz al fondo, igual que le sucede a Sam Spade; el detective se mueve por ellas como pez en el agua, conocedor tanto de los bajos fondos como de los despachos de los jueces, fiscales y abogados, así como de las comisarías de policía y de sus a menudo rudos ocupantes. Pero la trama es enrevesada, otro puzzle más del que, al mismo tiempo que el detective, sólo vamos vislumbrando atisbos, pequeñas piezas que parecen no encajar, pero que Spade irá acumulando, con la esperanza de llegar a ver el dibujo final. Y, evidentemente, las piezas encajarán, los diversos personajes confluirán en la pieza final, y poco a poco se irá desvelando el misterio. Ahí vemos que el protagonista en casi ningún momento ha sido consciente de la magnitud del caso que se trae entre manos, pero su pericia, su instinto de supervivencia, y su conocimiento de la jungla urbana, ha hecho que pareciera que tenía todos los ases en su mano, por lo que la victoria final (o lo que en este caso pueda pasar como tal) será suya. Y como decimos, no dudará en sacrificar a la mujer amada, utilizar a sus ayudantes incluso poniéndolos en peligro, pelearse con las fuerzas del orden… todo sirve con tal de guardarse un as en la manga, por si las cosas vienen torcidas.
El tema del Halcón Maltés, una estatuilla del ave con incrustaciones de piedras preciosas, sirve para darle verosimilitud al relato; un objeto que será la base de la trama, el elemento que iniciará todo el “tinglado”. Además, aparte de para darle esa pátina de verosimilitud, sirve para que se rellenen unas cuantas páginas sobre el tema histórico en el que se basa, añadiéndole otro punto de interés a la narración. Pero igual podría haber valido cualquier otro objeto codiciado por los criminales, enredando a las fuerzas del orden y a las del crimen en su consecución.
Y los personajes constituyen un verdadero catálogo de todos los personajes aparecidos y por aparecer en las novelas de género. A los ya comentados de detective/antihéroe y mujer fatal, se le unen los rudos policías, la secretaria fiel, el pistolero sin escrúpulos y, por tanto, con poca cabeza, el sicario que prefiere negociar antes que entablar una lucha, el jefe de la trama, que creyendo tener todo controlado, es rebasado por los acontecimientos, los amigos/conocidos/ayudantes del protagonista, en una ciudad donde toda ayuda es poca, etc.
Personajes, trama, ambientación, todo contribuye a que esta sea una gran novela.
Dashiell Hammett, como buen conocedor de los entresijos de la ciudad, y como buen narrador debido a sus labores literarias en revistas como Black Mask y Smart Set, conforma un laberinto entre las calles de San Francisco, los hoteles, las residencias, sus habitantes, sus trabajadores, etc., llevando la trama por callejuelas de las que no vemos más que una tenue luz al fondo, igual que le sucede a Sam Spade; el detective se mueve por ellas como pez en el agua, conocedor tanto de los bajos fondos como de los despachos de los jueces, fiscales y abogados, así como de las comisarías de policía y de sus a menudo rudos ocupantes. Pero la trama es enrevesada, otro puzzle más del que, al mismo tiempo que el detective, sólo vamos vislumbrando atisbos, pequeñas piezas que parecen no encajar, pero que Spade irá acumulando, con la esperanza de llegar a ver el dibujo final. Y, evidentemente, las piezas encajarán, los diversos personajes confluirán en la pieza final, y poco a poco se irá desvelando el misterio. Ahí vemos que el protagonista en casi ningún momento ha sido consciente de la magnitud del caso que se trae entre manos, pero su pericia, su instinto de supervivencia, y su conocimiento de la jungla urbana, ha hecho que pareciera que tenía todos los ases en su mano, por lo que la victoria final (o lo que en este caso pueda pasar como tal) será suya. Y como decimos, no dudará en sacrificar a la mujer amada, utilizar a sus ayudantes incluso poniéndolos en peligro, pelearse con las fuerzas del orden… todo sirve con tal de guardarse un as en la manga, por si las cosas vienen torcidas.
El tema del Halcón Maltés, una estatuilla del ave con incrustaciones de piedras preciosas, sirve para darle verosimilitud al relato; un objeto que será la base de la trama, el elemento que iniciará todo el “tinglado”. Además, aparte de para darle esa pátina de verosimilitud, sirve para que se rellenen unas cuantas páginas sobre el tema histórico en el que se basa, añadiéndole otro punto de interés a la narración. Pero igual podría haber valido cualquier otro objeto codiciado por los criminales, enredando a las fuerzas del orden y a las del crimen en su consecución.
Y los personajes constituyen un verdadero catálogo de todos los personajes aparecidos y por aparecer en las novelas de género. A los ya comentados de detective/antihéroe y mujer fatal, se le unen los rudos policías, la secretaria fiel, el pistolero sin escrúpulos y, por tanto, con poca cabeza, el sicario que prefiere negociar antes que entablar una lucha, el jefe de la trama, que creyendo tener todo controlado, es rebasado por los acontecimientos, los amigos/conocidos/ayudantes del protagonista, en una ciudad donde toda ayuda es poca, etc.
Personajes, trama, ambientación, todo contribuye a que esta sea una gran novela.
EL HALCÓN MALTÉS. UN CASO DE SAM SPADE (Edición 2012)
(The Maltese Falcon, 1929-1930)
Dashiell Hammett
Editorial RBA
Colección Serie Negra
© Dashiell Hammet 1929
© RBA Libros S.A 2012
Traducción de Luis Murillo Fort
1ª Edición, Mayo 2012
Género: Novela negra - Detectives - Investigaciones - Series y sagas - Estados Unidos – Literatura norteamericana
ISBN: 9788490062579
256 Páginas
(The Maltese Falcon, 1929-1930)
Dashiell Hammett
Editorial RBA
Colección Serie Negra
© Dashiell Hammet 1929
© RBA Libros S.A 2012
Traducción de Luis Murillo Fort
1ª Edición, Mayo 2012
Género: Novela negra - Detectives - Investigaciones - Series y sagas - Estados Unidos – Literatura norteamericana
ISBN: 9788490062579
256 Páginas
(Reseña publicada originalmente en Anika Entre Libros)
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