El que roba a los muertos. Biblioteca de Cómics de Terror de los Años 50 vol. 8




Autor: Lou Cameron
Editorial: Diábolo
 Biblioteca de cómics de terror años 50
© 2021, Yoe Books
© 2021, Diábolo Ediciones SL
Traducción: Alfonso Bueno López
Ilustraciones: Color
Edición: 1ª Edición: Noviembre 2021
ISBN: 9788418320569
Tapa: Dura
152 páginas

"El que roba a los muertos y otras historias de Lou Cameron" es el octavo volumen de la Biblioteca de cómics de terror de los años 50. Es la segunda vez, tras el dedicado a Dick Briefer, que se dedica a un autor en solitario.
Cameron fue un artista revolucionario con sus innovadoras páginas experimentales y un uso frecuente del surrealismo. Tramas muy asociadas al destino, a las maldiciones que te persiguen a lo largo de la(s) vida (s) y acaban por hacerte pagar por los malos actos. Zombis, vampiros, hombres lobo, brujas, fantasmas y demonios en historias llenas de terror, como El reino de los rostros perdidos, El maestro del laberinto, Doce horas para la perdición, etc.



Nos encontramos ante un nuevo volumen de la Biblioteca de Cómics de Terror de los Años 50, el octavo publicado, el sexto que reseñamos en Anika Entre Libros.

Al igual que en alguno de los reseñados anteriormente, en concreto el segundo, dedicado a Dick Briefer y su "Frankenstein", este está íntegramente a la obra de Lou Cameron; una obra que, en el campo estrictamente del cómic de terror abarca unos escasos 4 años, de 1951 a 1954. Además del cómic de terror, también produjo obras de ciencia ficción, románticas, western, etc, incluso para editoriales como DC y Marvel (más bien para sus predecesoras). Asimismo, cuando abandonó el cómic de terror, siguió durante una época vinculado al cómic, con adaptaciones de clásicos literarios y de películas, volviendo en alguna ocasión a las editoriales mencionadas. Pero igualmente eso duró poco, centrando a partir de ahí sus esfuerzos en la carrera literaria, donde fue un prolífico, versátil y exitoso autor de novelas.

Parte de su obra de terror se pudo ver en esta misma colección en el volumen 3, dedicado a los zombis, no reseñado en esta web.

Todo esto es parte de lo que podemos conocer a través de los artículos que, a modo de presentación, se incluyen en la presente obra, a cargo de Steve Thompson, Tillman Courth y Craig Yoe. Además, en estos artículos hay una serie de ilustraciones y portadas de los diferentes géneros que Lou trató (ciencia ficción, terror, adaptaciones de clásicos literarios etc), mediante las que nos podemos hacer una idea de la clara y "brutal" evolución que experimentó el autor, como nos comentan en esos textos, en escasos meses. También, claro está, conoceremos algo de la biografía de Lou Cameron, la cual también es digna de ser conocida.

En fin, que recomiendo esos artículos, muy ilustrativos y amenos, que servirían casi como obra por sí mismos, y ya no me extiendo más sobre ellos, aunque los utilizaré como guía para el resto de la reseña.

La base para la trama de los relatos de Cameron suelen ser las maldiciones, el destino que acaba atrapando al que lo desafía, ya sea durante el transcurso de la propia vida del que osa burlarse de él, o en vidas o encarnaciones posteriores; a veces, en un juego del propio Destino -esta vez con mayúsculas-, incluso en anteriores.

Tomados todos estos relatos, como es lógico, de la fase de "ascenso del genio", tal como la denomina T. Courth, una fase en la que Cameron, orgulloso de su evolución firma sus trabajos como juego escondido entre las viñetas, en las que experimenta con diversos efectos, extras, etc. Como ejemplo, viñetas en las que homenajea el "cuadro de los relojes" (La persistencia de la memoria) de Dalí, relatos que se abren en unas dobles tijeras que abarcan y delimitan toda una página, efectos cinematográficos en la secuenciación de la trama, viñetas que se van deshaciendo como piezas de un puzzle, diversos efectos de entintado y coloreado, etc. Como se puede ver, con algunos de estos recursos se sumerge de lleno en el surrealismo, algo que posteriormente se podrá apreciar por ejemplo en la obra de Steve Dikto (especialmente en Doctor Extraño) y Jim Steranko (en su serie de Nick Furia), por hablar solo de dos casos. Por cierto, Lou Cameron nunca dibujó superhéroes, a pesar de la insistencia de las editoriales.

Podríamos decir también que además de apoyarse en el surrealismo, Cameron fue también un precursor, en su área del cómic, del Pop-Art... pero ahí ya nos estaríamos metiendo en otras áreas tal vez más especializadas; solo comentar que tanto en los artículos introductorios como en los que podéis leer sobre el autor, es un dato que siempre se apunta.

Y cierro ya; volumen imprescindible del cómic de terror, de un autor que se dedicó a ello muy poco tiempo, pero que dejó huella con sus innovaciones y experimentaciones.

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