Flash Gordon. El hombre sin planeta. Daily Strips 1953-1955

 














 (Flash Gordon daily strips 1953-1955, 2020)
Autor: Dan Barry
Editorial: Dolmen
Colección: Dolmen Sin Fronteras


Copyright:

© 2020, de la presente edición T. Dolmen Editorial

© 2020 King Features Syndicate, Inc

Traducción: Rafael Marín

Ilustraciones: B/N

Edición: 1ª Edición: Marzo 2020

ISBN: 9788417956585

Tapa: Dura

Nº de páginas: 196












"Flash Gordon 1935-1955 Dan Barry": En la reinvención de Flash Gordon en las tiras diarias de los años cincuenta, nuestro héroe es decididamente un personaje fiable, simpático, humano. Muestra un acusado sentido del honor y del deber, pero sonríe. Flash falla, se duele, lo hieren. Se equivoca. Se mete en mil berenjenales y en ocasiones dispersas son otros quienes tienen que sacarle las castañas del fuego.

Dan Barry aporta ahora a sus historias el elemento casual. Como Flash Gordon no es un justiciero sensu stricto, es el azar el que le sale al paso, bien en forma de huracán tropical que lo llevará a descubrir el emplazamiento de la Atlántida, la fuerza mágica de Circea que lo arranca del planeta, o los efectos del mar de llamas que le dan superfuerza y lo aíslan del mundo.




Antes de comenzar con la reseña propiamente dicha, permitidme un breve comentario; para mí, este Flash Gordon que nos muestra aquí Dan Barry (y sus ayudantes) es "mi" Flash Gordon, el que conocí antes de la película y de la serie animada.

Posteriormente, claro está, ví que antes de todo esto estaba el material original, el de Alex Raymond, creador del personaje; el Flash Gordon que accidentalmente arriba a Mongo, y todo lo que allí sucede, conoce, etc. Pero como digo, por los cómics de mi juventud, el Flash que conocía era este, el astronauta, el perteneciente a la agencia espacial, estos cómics en los que Zarkov trabaja en los laboratorios del proyecto X. Un Flash más humano que el conocido anteriormente por las tiras de Alex Raymond, un tanto arquetípico, un modelo heroico, un icono que pocas veces muestra sus sentimientos.

No me entendáis mal; las tiras de prensa de Alex Raymod, las originales, la odisea de Flash Gordon en Mongo, son fabulosas, sobre todo en el sentido estético, pero no se quedan atrás en cuanto a nivel de fantasía, aventura, etc.

Entonces, ¿qué es lo que quiero decir?; pues que Dan Barry intenta alejarse de la sombra de su predecesor, y creador del personaje, anclando al personaje en la Tierra, dándole una profundidad a esta nueva etapa de la que a veces podía carecer la anterior encarnación, haciéndolo, en definitiva, más "humano", más cercano al lector corriente, más afín a sus inquietudes y emociones.

Pero, tal vez podíamos esperarlo, Barry da el paso de asimilar la etapa anterior, sobre todo en las vestimentas y "decorados", aun cuando muchas de las historias transcurran no muy lejos de la Tierra... o al menos, no tan lejos como Mongo, y su capital, Mingo City.

Como vengo diciendo, aquí Flash Gordon es un astronauta, un experto piloto de cohetes espaciales; un humano más cercano al común de los mortales (los que leemos o leían, en su momento, estas tiras de prensa), más que el paradigma del héroe, el modelo ideal del paladín... casi una estatua erigida en honor al deber y al sacrificio. Cambia su "lugar de operaciones" y, aunque algunas de sus aventuras transcurran en el espacio, o en diversos planetas, la base siempre será la Tierra.

Se le da un trasfondo tanto a él como a sus acompañantes, y aparecen una serie de secundarios, que humanizan algo más al personaje. Tendrá aventuras, como digo, en diversos planetas y en el espacio, pero también viajará a través del tiempo, y a exóticos y desconocidos (o perdidos) parajes de la misma Tierra (la Atlántida, por ejemplo).

El dibujo es excelso, no escatimando en detalles, tanto de lo principal, incluyendo primeros planos con las diferentes expresiones de los personajes, como de las ubicaciones donde se desarrolla la acción; tanto en exteriores naturales, como en el espacio, o en el interior de cohetes, o en los diferentes emplazamientos tales como la ciudad sumergida de la Atlántida, la ciudad del futuro a la que viaja a través del tiempo, los diferentes "decorados" en los varios planetas y/o tiempos que visita, etc.

Vale esto para todo el abundante número de criaturas presentes en el volumen, así como, por supuesto, a los cohetes, naves espaciales, etc. A veces, podemos pasar páginas y páginas disfrutando en primer lugar de las ilustraciones, para luego ya pasar a las historias propiamente dichas; al hilo de esto, en las páginas se añade un listado de los colaboradores en cada historieta, en el que encontraremos, tanto en el guion, como sobre todo en los dibujos y entintado, más de un nombre que nos sonará bastante. También se añaden una serie de ilustraciones de autores de renombre (Barry Smith, Al Williamson, Fank Frazetta, Bruce Timm, etc).

Bueno, pues que nada, imprescindible, prácticamente de 10.




Reseña publicada originalmente en Anika Entre Libros

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