El hombre sin rostro, de Luis Manuel Ruiz

Argumento:

ISBN; 9789415065937
Colección: Púrpura 55
Género: novela
Precio: 16.90 €
Páginas: 224
Encuadernación: Rústica
1ª Edición: Marzo 2014
El Madrid de 1908 se ve sacudido por una ola de muertes inexplicables. Un profesor de biología es aplastado por el esqueleto de un dinosaurio. Un alto funcionario del gobierno se desangra en una sala de fiesta. Un desconocido interrumpe la vía del tren con un papel escrito a mano en la pechera. Lo único que todos estos cadáveres tienen en común es un hombre: Salomón Fo, el científico más brillante del reino, amante de los pasteles con mucho azúcar, y dotado de un cociente intelectual extraordinario. El profesor Fo se verá abocado a tratar de resolver esta serie sangrienta: y al hacerlo, se internará en una tupida red de mentiras, espionaje, secretos de Estado y experimentos aberrantes que jamás deberían ver la luz pública. Comienzan las andanzas del profesor Fo: misterio, aventuras y ciencias puras.

Opinión

Una más que interesante novela de misterio, y de terror, y que en algunas reseñas he llegado a ver que la califican de ciencia ficción, lo que también podría decirse que es, dada la naturaleza del experimento desencadenante de toda la trama.
Uno de los grandes aciertos del libro es su ambientación, en un Madrid de principios de Siglo XX, concretamente en 1908.  Nos conduce esto a una novela de ambientación ucrónica, donde la fantasía, el terror y la ciencia se dan la mano, todo ello aderezado por gotas de humor, y personajes en la más pura tradición de Sherlock Holmes. Todo eso le da un agradable aire, un cierto regustillo, pulp. (como digo, agradable, bueno, no vayáis a creer que es algo peyorativo, si no bueno).

Nos lleva el autor por un recorrido por diversos pasajes de Madrid, y de otras partes de España, pero más que geográficos, temporales, lo que da un toque extra a la novela. Además, la caracterización de los personajes principales, en especial el “reportero” Elías Arce, y la hija del brillante profesor Salomón Fo, Irene, está muy bien lograda, así como la relación entre ambos, y con el resto de personajes. También encontramos durante la lectura momentos de humor, así como de sátira, y de cinismo; en concreto cuando alguno de los personajes (sobre todo Elías) se enfrenta, casi se choca, podríamos decir, con la dura realidad. Pero no sólo él, sino también los demás personajes deben  de enfrentarse a la dura realidad, salir de su “zona de confort” y afrontar el mundo real, más duro de lo que imaginan; y sobre todo, cuando la amenaza de un asesino en serie se cierne sobre ellos.


Tal vez aquí la resolución del caso, el conocer al asesino y sus motivos sea lo de menos en esta novela. Casi podría atreverme a decir que es un vehículo, la excusa para el viaje que el autor nos propone por unos lugares y unos tiempos distantes, así como por la personalidad, y sus cambios, de los protagonistas. Indudablemente, la trama, cómo se van conociendo las causas, las relaciones entre los asesinados, los personajes implicados, el motivo, etc, tiene su importancia; más sobre todo cuando finalmente se va aclarando. Pero mientras, ha sido un accesorio, un transporte para mostrarnos a un grupo de seres muy distintos entre sí, con motivaciones muy diversas, que no tienen más remedio que cooperar si quieren resolver el caso o, simplemente, sobrevivir. El cómo esas relaciones, de personas en principio solitarias y reservadas, va modelando su ser, su manera de relacionarse de los demás y de enfrentarse a las vicisitudes de la vida, y lo que ello conlleva.
Conoceremos a Elías Arce, “el más incapaz de los hombres”, a Salomón Fo, el más brillante del reino, su hija Irene, la más inteligente de las mujeres, el sirviente de Salomón, que tiene más de doscientos años. Todos ellos embarcados, algunos muy a su pesar, otros en busca de la noticia que haga valer su valía, en la búsqueda del asesino de los colegas de Salomón Fo. Además, seremos testigos de los avances que “el nuevo siglo” trae, de los entresijos de un famosos periódico, de los métodos de trabajo científico, de las envidias entre los mismos científicos, de la soledad del ser humano cuando está buscando su grandeza, o simplemente se encuentra desplazado, de las relaciones entre personas de diferentes esferas, tanto sociales, como intelectuales…
Todo ello en una trama de suspense y terror, desencadenada por unas investigaciones científicas.

Gran cantidad de material, ideas, conocimiento, tramas, eventos, sucesos, personajes, etc, en realmente pocas páginas. Pero en la escritura del autor todo fluye adecuadamente, cada cosa ocupa su sitio; incluso los elementos ucrónicos se amalgaman perfectamente con los reales. Es más, aunque la novela tiene un claro final, deja un hilo abierto para posibles y futuras continuaciones, que realmente me gustaría que escribiera, para disfrutar de nuevo de estos personajes y escenarios que nos presenta el autor.

También quiero mencionar la portada, que se aleja de otras de la editorial, pero que conjuga perfectamente con la trama de la novela, dándole un aire a la vez retro e innovador; innovador por esa portada de periódico  (en el que “trabaja” Elías Arce), y retro precisamente por la portada de ese mismo periódico, que ya desde antes de abrir la novela nos transporta a esa España de principios de siglo.   




Comentarios