reseña: VISIONES 2002


Visiones 2002
Antología de fantasía y ciencia ficción,
selección de Juan Manuel Santiago

Editorial:
AEFCFT
(2003)

Estamos ante una de las publicaciones de la Asociación Española de Fantasía, Ciencia Ficción y Terror (AEFCF), que desde hace unos cuantos años publica esta selección de autores noveles o recién profesionalizados. La otra publicación de la AEFCFT es un recopilatorio de los mejores relatos aparecidos a lo largo del año en las diferentes revistas de género. Ambas pueden adquirirse, aún sin ser socios, entrando en su página web –http://www.aefcft.com– y realizando los pedidos correspondientes.

Anualmente, se vienen realizando convocatorias en las diferentes listas de correos y páginas webs del género buscando autores –con las características anteriormente reseñadas– para realizar esta antología, y así intentar darlos a conocer. En España existen algunas otras iniciativas de este estilo; concretamente estoy pensando en editoriales como AJEC y en la colección Espiral, que convocan/convocaban premios y seleccionan antologías de autores del campo amateur, además de editar libros de autores no especialmente reconocidos .

En el caso que nos ocupa, cada año se elige a un representante de la AEFCFT para que realice la selección de los relatos que él considere adecuados, y se deja a su elección la manera de realizar la convocatoria, valorar los relatos, etc. Así, tanto en estas selecciones como en los ejemplos arriba mencionados –y algún otro, como puede ser Artifex– podemos encontrar autores que de otra manera tal vez no aparecerían en otras editoriales más, digamos "profesionales".

Con respecto a esto, me viene a la cabeza la antología que hace poco presentó Minotauro, seleccionada por Julián Díez. En ella se encontraba una muestra de autores podríamos decir que consagrados, dentro del género –incluso alguno(s) fuera de él– junto con otros más noveles. Asimismo, el propio seleccionador reconocía que se habían quedado fuera, por diversas causas, una importante cantidad de autores; pues bien, en estas selecciones y editoriales encontramos a muchos de estos autores que por una causa u otra todavía no se habían "ganado el puesto" en esas antologías, o en grandes editoriales (Planeta, Minotauro, etc)

Bueno, vayamos empezando ya con la reseña propiamente dicha.

Como siempre comentamos cuando se trata de libros de relatos –ya sean de un mismo autor, de una temática, de un premio, etc–, en este libro abarcamos todo el espectro: desde lo muy bueno, a lo más mediocre. Pero siempre desde un punto de vista subjetivo, claro está; lo que para unos puede ser sublime, para otros puede estar superado ya, y viceversa.

Nos encontramos aquí con 14 relatos más una presentación del seleccionador de la antología, comentando el porqué de su elección. Significativo me parece el comentario "incluir obras prometedoras pero aún mejorables, con la esperanza de que sus autores adquirieran la suficiente confianza en sí mismos como para continuar escribiendo...", y alguna cosilla más.

Cada relato viene acompañado por una breve presentación del autor así como una brevísima introducción a lo que nos vamos a encontrar. Como comentario personal, reseñar que me hizo ilusión la presentación de Dídac Morales: "en esta última -Pulsar- escribió un capítulo de un roud robin novela compartida, "Aromas en Infrarrojo", que fue traducida nada menos que al flamenco en la revista belga De Tijdlijn...". Digo esto porque en ella, además de otros autores presentes en esta misma antología, –y otros más o menos conocidos– participé yo también, y tengo un ejemplar de dicha revista en casa, de la que, por supuesto, sólo entiendo el nombre de los autores...


  • "El Artista", de Eugenio Barragán. Un relato casi gore, y eso que en la presentación se comenta que es bastante suave para lo que nos tiene acostumbrados. Un artista capaz de llevar su arte hasta el límite, o cómo los excesos nos pueden llevar a la destrucción. Estilo directo, prácticamente de diario, lo que propicia un ambiente más tenso, si cabe más desazonador.

  • "Aire", de Luis Septién. Una historia sobre la colonización, y todo lo que ello conlleva, de un planeta minero –curiosamente, dependientes del Principado, con oriundos de Oviedo–. Realmente nos habla de contrastes, alegrías y tristezas, pérdidas y reencuentros, traiciones y perdones. Asimismo nos hace ver que no todo el progreso tiene por qué ser aceptado porque sí, que puede haber cosas por encima de él.
  • "Para siempre", de LuisAstolfi. Sobre la clonación, la muerte y la vida. Pero desde el punto de vista de las relaciones humanas, el amor, la esperanza. Aquí también vemos que no todo el progreso ni las nuevas tecnologías han de ser aceptadas porque sí, que hay muchas más cosas en juego. ¿Vale la pena intentar recupera el pasado a costa de lo que sea, o es mejor poner las esperanzas y el amor en lo nuevo, en la sangre de nuestra sangre?.
  • "Ahora puedo oír tu llanto", de Paula Grañeda. Una venganza sobrenatural. La fuerza del mismo reside en su brevedad, en saber crear una atmósfera inquietante en apenas cuatro páginas. Como original, reconocemos que no lo es en demasía, pero valoramos grandemente la recreación de sus personajes, su atmósfera, y su brevedad; para lo mismo Stephen King hubiera necesitado como mínimo 300 páginas –estoy recordando ahora mismo La mitad oscura–.
  • "Tras la eternidad", de Dídac Morales. Un bucle. El amor lleva al amor. Alguien buscando al amor de su vida, pero utilizando "estrategias" nada convencionales. ¿Vale la pena vivir sin amor? ; si la respuesta es no, ya viviremos cuando lo encontremos... aunque para ello haya que hacer que te encuentren y se enamoren de ti. ¿Cómo, si de verdad no vives, y aún no te conocen?... ¿Complicado? ; bueno, ya lo entenderéis al leer el relato –al menos, eso es lo que entendí yo; puedo estar equivocado...–
  • "El proceso de los monos", de Lorenzo Luengo. ¿Qué es lo que nos convierte en lo que somos?; ¿Somos mejores que aquellos de los que descendemos?; ¿nos hace mejores nuestra supuesta civilización? Utilizando al explorador Livingnston y al periodista Stanley, Lorenzo Luengo nos sumerge en un estado onírico, en el que la supuesta civilización aparece tras la cultura, pero no nos lleva a ningún buen lugar.
  • "Centro generacional", de José Miguel Sanfeliú. El conflicto generacional que se plantea cuando no se sabe que hacer con las personas mayores. Un relato típico, bien escrito, pero con un desarrollo y un final muy previsible y ya harto conocidos.
  • "Monedas", de Roberto Malo. Ciencia ficción humorística, de la que no se dan muchos casos. Aquí se nos presenta una descabellada invasión extraterrestre –bueno, dos intentos...– Los extraterrestres han estudiado a la humanidad y saben como atacarnos donde más nos duele. Un relato agradable de leer, con algunos golpes graciosos. Buena muestra de humor en la CF.
  • "El Armario", de Santiago Eximeno. Como se dice en la introducción,"este relato aborda temas difíciles como pueden ser el mundo de la infancia y los asesinos psicópatas"; cómo una infancia psicológicamente difícil puede dar lugar a adultos problemáticos, por decirlo suavemente. Santi es uno de los autores más conocidos de esta antología, y se pueden leer relatos suyos en cantidad de fanzines y revistas.
  • "Hamburgo sur", de Patricia Suárez. Difícil de reseñar sin revelar el final. Decir que, a pesar de ser una historia de ¿fantasmas?, tiene un regusto a realismo mágico que tan bien cultivaran plumas como las de García Márquez, Jorge Luis Borges, etc. Pesa más en este relato la atmósfera que se crea que la definición en sí. Acaba dejando un buen sabor de boca, precisamente por lo anteriormente dicho, más que por lo que finalmente nos cuenta.
  • "Juan Hitlerfranco busca a Dios", de Sergio Parra. Otro intento de ¿cf? humorística. Mezcla extraterrestres, Jesucristo, dictadores embarazados y parafernalia hollywoodiense. Nos parece excesivo, si acaso puede llegar a despertar alguna sonrisa, pero el resultado final es excesivo, descontrolado, demasiado descabellado incluso para ser una ironía, una parodia, o lo que haya intentado el autor.
  • "Taurus Uno", de Víctor Conde. Otro de los autores más conocidos de la antología, con varios libros ya publicados profesionalmente, además de las tradicionales colaboraciones en fanzines y revistas del género. Dice el recopilador que Víctor consideró un cumplido cuando le dijo que le había encantado, aunque no había entendido nada; bueno, pues yo tampoco lo he entendido. Parece más bien un ejercicio de improvisación o un enlazar partes que no tienen nada que ver entre sí hasta llegar a la extensión de relato, aunque éste no sea muy inteligible. De todas maneras, dadle una oportunidad, a ver qué os parece.
  • "Ojo en el cielo", de Paula Ruggeri. Con ese título, pocas sorpresas nos vamos a llevar. Un homenaje/revisitación de los relatos de Philip K. Dick, en su época más rupturista con la realidad, con novelas como Ojo en el cielo, Ubik, etc. Además, tiene un cierto sentido del humor que lo hace más agradable de leer, puesto que forma parte de un libro de parodias literarias que está en preparación.
  • "La ciudad crece", de Carlos Martínez Córdoba. Claustrofóbica y onírica. Nos recuerda novelas como El mundo interior, de Silverberg, relatos sobre edificios y sus relaciones con los habitantes. Incluso a la película La comunidad, de Álex de la Iglesia. Una historia triste sobre olvidados, marginados de la sociedad por elección propia, que cuando quieren cambiar ven que es demasiado tarde para ellos, y que han sido dejados de lado. La ciudad es implacable, y quien se queda atrás pronto es olvidado.


En resumen; como decíamos al principio, un libro de relatos siempre es irregular, como habréis comprobado en estas breves reseñas. De todos modos, una muy buena oportunidad para leer a autores que de otro modo lo tendrían más difícil para darse a conocer por un público un poco mayor que el que tendrían solamente con los fanzines y revistas. Sólo con iniciativas como esta, la de Espiral ediciones, AEJC y Artifex –y puede que alguna más– pueden salir del getho de los fanzines y, aunque tampoco tengan grandes tiradas de cada edición, al menos pueden darse a conocer un poco más.

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