Quijote en el Congo: Crónica de un río ingobernable (Xavier Aldekoa); reseña
(Reseña publicada en Babelio)
Sinopsis:
Esta es la historia de un sueño infantil convertido en obsesión adulta: navegar el río Congo desde su nacimiento hasta el mar para contar la historia, la cultura y la realidad de los pueblos que habitan sus orillas. Es también el relato de un viaje improbable por una tierra efervescente, acogedora y herida, para el que no hay mapas fiables ni nadie puede prever un plazo -¿dos meses?¿Seis?-y donde las cosas no salen como está previstas. Es un recorrido a bordo de barcos destartalados, canoas inestables o barcas atestadas por un río que se sumerge en selvas controladas por grupos rebeldes y cuyas aguas rompen en violentos rápidos o se transforman en una autopista líquida indispensable para la vida local.
Armado del Quijote, Xavier Aldekoa recorre en este libro los 4.700 kilómetros del gran río de África, una travesía con aroma de aventura y llena de adversidades por una tierra diversa, remota y brutal.
Opinión:
Un libro que duele, ya desde su misma concepción, de la idea del autor de recorrer todo el rio Congo desde sus fuentes hasta su desembocadura en el Océano Atlántico. Y digo que desde la idea primera porque esta surge en la mente del autor años antes de comenzar el recorrido, cuando está a punto de perder la vida a manos de uno de los numerosos grupos “rebeldes” que se sitúan en el país, mientras realizaba un reportaje sobre los niños soldados. Y digo que duele porque durante el recorrido, vamos conociendo retazos de la historia del país, y viendo la brutalidad, la miseria, la corrupción, etc, que desde siempre ha sufrido. No es una crónica histórica de la República Democrática del Congo (por la que transcurre la mayor parte del recorrido del rio), pero Xavier Aldekoa aprovecha la narración de su periplo para ir dejando notas históricas de la región. Unas veces será por los paisajes por los que transcurre el viaje, otras por sus encuentros con ciertos personajes, otras por los diversos sucesos que le acontecen, etc.
La República Democrática del Congo es uno de los paises con mayor biodiversidad, tanto animal como vegetal, así como uno de los más ricos en diversos minerales, algunos de los más cotizados incluso en esta época actual nuestra: coltan, cobre, oro, diamantes... Esto ha hecho que, desde hace siglos, se haya explotado sin mesura por parte de otros países, llegando a la esclavitud y al genocidio. Además, a la esclavitud para explotar los recursos del pais, se unió la trata de personas tanto para Europa como para Estados Unidos. Y, con el tiempo, la corrupción de los propios dirigentes políticos, apoyados por una u otra facción geopolítica (otras países africanos, EEUU, Rusia, China, Bélgica...) hizo colapsar al país, dejando enormes territorios sin gobierno ni infraestructuras. Por todo eso, el surgimiento de grupos guerrilleros, que explotan parte de los recursos naturales apoyados en la fuerza de las armas (y en el ansia de venganza de la mayoría de sus “fuerzas”), a veces “trabajando” para alguna de esas facciones comentadas más arriba.
Así, tenemos uno de los países más ricos del mundo en recursos naturales, siendo uno de los más pobres, más brutales, donde la corrupción y la violencia están a la orden del día, viéndose como algo ya natural por el común de la población, y con enormes zonas (casi tan grandes como la Europa continental) sin infraestructuras y viviendo como malamente pueden. Por eso, el Rio Congo se convierte en una de las escasas rutas a seguir si se quiere viajar por el país (más bien, “si se debe”) por parte de la mayoría de la población. Dicho rio fluye a través de cuatro paises, y tiene una longitud total de 4700 km, con algunas zonas no navegables. Recorre la selva del Congo, la segunda más grande tras la Amazonia, y es el segundo más caudaloso (otra vez tras el Amazonas), y el más profundo. Su desembocadura directa el el Atlántico, de forma busca e impetuosa hace que se adentre 200 km en él y que a dos dias de viaje desde la costa, aún se encuentre agua dulce y restos llevados por la corriente.
Pues en este viaje, de meses, se embarca Aldekoa, haciéndonos partícipes de todo lo que se va encontrando, ofreciéndonos retazos de la historia, tanto pasada como actual, del país; de sus encuentros con la gente más humilde, así como con intelectuales, militares, políticos, guerrilleros, médicos, historiadores, etc. Seremos testigos del dia a dia de los habitantes de la RDC, de su sufrimiento continuo (que tienen asumido), y de su “filosofía “ de vida, de la diferente concepción del tiempo y de cómo hacer las cosas. En resumen, de su fatalismo inherente tras décadas de sufrimiento continuo y de cómo consiguen (algunos, y a duras penas), hacerle frente.
Sigo diciendo que “duele” porque sobre todo las jornadas en los trayectos no navegables, cuando el autor y su acompañante de turno tienen que trasladarse como puedan hace el siguiente punto de reentrada al rio, es un sufrimiento contínuo, casi una novela de aventuras en la que esperas en cualquier momento un fatal desenlace, incluso la muerte de alguno de los protagonistas... Robos, encarcelamientos, penurias, amenazas, engaños, estafas...
Un interesante libro de viajes que parece combinar la novela de aventuras, el libro de historia, las ciencias sociales, la política, la ecología, etc, para darnos una visión global de un pais que podría ser el más rico del mundo pero que por, digamos circunstancias, es de los más pobres y más “embrutecidos”
Y, ¿porqué Quijote?; en principio por ser la lectura que el autor eligió en previsión de los momentos muertos en un viaje del que no podía prever su duración (fueron meses) y también porque, lanzado a una aventura “quijotesca”, se sentía como Sancho Panza viendo, casi desde fuera, las aventuras que le sucedían a su Señor Don Quijote... y sufriéndolas en sus propias carnes.
J. Javier Arnau
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