FRAGMENTO DE "EL CAMINANTE"

Como decía hace un par de posts, de la novela que tengo empezada con mi hermano, titulada EL CAMINANTE.
Un nuevo trozo (una especie de intro):

Lord Caos y El Señor de la Entropía estaban enzarzados en su eterna discusión sobre quien era de más antiguo linaje, y qué línea dinástica provenía de cual. Nunca, durante toda la Eternidad, habían conseguido ponerse de acuerdo; uno decía que la Entropía precede al Caos, y otro que es precisamente el Caos lo que da forma a la Entropía.

Esa disputa duraba eones; en esta encarnación, tenía lugar en una taberna cruce de realidades. En ella había toda clases de seres, pero ninguno había osado entrometerse en la discusión; es más, muchos de los presentes actuaban como si Lord Caos y El Señor de la Entropía ni siquiera se encontraran presentes (cosa que era cierta para muchos de ellos, ajenos a ciertas realidades).

Decidieron jugárselo, como tantas otras veces. Pidieron un par de jarras de cerveza, y un tablero del primer juego que encontraran en esa taberna, o en el poblado si la taberna no disponía de ellos. El mozo acudió con las bebidas, y un tablero de ajedrez. Los jugadores desecharon la cajita de madera tallada que contenía las fichas, y sacaron las suyas propias. De repente, un silencio nada natural se hizo en la estancia; incluso aquellos seres que no notaban la presencia -o que hacían todo lo posible como para hacer que no la notaban - de los dos contendientes sintieron que algo raro pasaba allí.

El mago situado unas mesas más allá les dirigió una interrogativa mirada, al tiempo que exhalaba una nubecilla de humo de su pipa.

Situaron las piezas, diferentes a todas las conocidas, extrañas, con una aura de... no se sabía qué, sobre el tablero. La disposición también era extraña, pero parecía complacer a los jugadores.

La partida comenzó.