LA PATRAÑA (nueva colaboración en MegaGrupo de Relatos)


[José Enrique Serrano Expósito]
¡Sé que mi proyecto es realizable! –aseveraba el muchacho, hablando en voz alta consigo mismo–. Necesita unos retoques, pero ya casi está. Se lo presentaré, y si saben lo que hacen, me darán una oportunidad.
–Te he oído, querido Víctor.
»¡No te hagas ilusiones! En Hangar Norte tienen muchos proyectos pendientes, y son de personas con mucha más experiencia y curriculum que tú.
–Tengo fe en mi idea, tía Elena. Sé que funcionará, pero no puedo construir una nave yo solo, y menos ésa, tan especial…
–Sí, ya me explicaste de qué va. Me cuesta creerte sobrino, pero si estás en lo cierto será un gran avance en los viajes interestelares.
–Prácticamente esa nave constituirá una puerta espacio-temporal, pues permitirá desplazamientos de 371 años-luz a la hora.
–Sé que algunos se ríen de ti, pero yo no; algo me dice que tendrás éxito. ¿Tienes ya cita con el Director?
–Sí, me espera en su oficina mañana, a las 09:00.

[JAVIER]
En los planetas que conformaban la Asociación Galáctica, alejados años luz del planeta "Tierra", aquel donde se acababa de descubrir el método para poder abrir una puerta espacio-temporal, estaban preocupados. Desde hacía bastante tiempo conocían aquel desagradable "planetoide", pero habían llegado a la conclusión de que, debido a lo obsoleto de su tecnología, no supondrían ningún problema durante algunos milenios. Ninguno de los planetas de la AG quería tener nada que ver con aquella sociedad bárbara y brutal, por lo que se decidió observarlos continuamente. Pero ahora, un simple muchacho daba un salto intelectual, y descubría prácticamente de golpe lo que a las civilizaciones más avanzadas les había costado siglos perfeccionar.
Eso suponía un grave peligro para la AG. En una reunión urgente de todos los cabecillas, se decidió un plan de acción: se suplantaría provisionalmente a los líderes científicos para obstruir el desarrollo del invento; en especial, a los encargados de Hangar Norte.
Y todo por ser civilizaciones en las que los delitos habían desaparecido: si hubiesen tomado medidas más extremas, todo lo que sucedió a continuación podría haber tomado otros derroteros bien diferentes.

[Patokata]

Mientras tanto, al día siguiente Víctor tuvo su tan ansiada entrevista con el Director de Hangar Norte.
-Buenos días Sr...
- Mucho gusto Director
-Muy bien, vamos al grano, han surgido imprevistos que debo atender con urgencia, ¿de qué se trata tu proyecto?
Muy entusiasmado Víctor pasó a contarle sobre su nave, la que sería un gran salto en cuanto a viajes interestelares tenía que ver.
Al director le pareció muy interesante el proyecto de este joven y seguía con mucha atención sus explicaciones, sin olvidar por un instante las graves noticias que había recibido desde la Asociación Galáctica.
-Muy bien-dijo el director cuando Víctor terminó su explicación-...déjeme tratar acerca de esto en una reunión con el comité de Hangar Norte y estaré a la brevedad comunicándome con usted. Le pido que esto quede entre nosotros, cuanta menos difusión tenga va a ser menos riesgoso en estos momentos.
-Como no, Director, esperaré su llamada, muchas gracias por su tiempo.
Víctor salió feliz, sabía que el Director lo llamaría, tenía esa premonición.
Esa misma tarde fue convocado por el Director a presentarse de forma urgente en Hangar Norte.
El comité había decidido llevar a cabo el proyecto ante la amenaza que significaba el mensaje captado por emisarios secretos desde la Asociación Galáctica.
Era urgente lograr la tecnología necesaria en viajes interestelares que los pusiera a la vanguardia de las civilizaciones más avanzadas.
Para ello no sólo se le brindó al joven Víctor los recursos necesarios para construir su avanzada nave, sino que hubo que hacer circular la versión de que eran puras patrañas que en ese "planetoide" existiera alguien con la inteligencia suficiente como para construir una nave tan adelantada para las capacidades intelectuales de sus habitantes.
El rumor circuló con éxito y desvió la atención y preocupación de la Asociación hacía temas de menor importancia, sucedidos en su seno.
En tanto Víctor seguía construyendo en forma secreta su tan anhelado invento, ni siquiera su tía Elena lo sabía.
Cuando esta primer nave interestelar estuviera construida el paso hacía el reconocimiento de la inteligencia terrestre sería cuestión de tiempo. La Tierra dejaría de ser un simple "planetoide" habitado por una sociedad considerada bárbara por todos los planetas que conforman la Asociación Galáctica.
Una nueva era estaba por comenzar y su punto de partida estaba en manos de un simple joven que estaba llevando a los hechos lo que primero fue un sueño y luego una idea.
La supremacía terrestre en el universo pronto sería una realidad...

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