Reseña: Zaibatsu/La edad del vuelo (Diana P. Morales/Alberto Pérez Moreno)
Muy
interesante la iniciativa de Espiral Ciencia Ficción de unir en un solo
volumen estas dos novelas, que por sí solas hubieran cumplido
perfectamente. Así, de esta manera, tenemos dos buenas novelas por el
precio de una. Porque, voy a ser sincero: al principio me extrañó esta
unión sin saber a qué se debía, ya que suelen darse en antologías,
concursos, convocatorias, etc, pero no es muy habitual el hacerlo
“porque sí”. Por eso me extrañó el ver que este volumen se componía de
dos novelas, a priori sin un nexo común, sin razón aparente. Sí se hace
cuando son novelas cortas, para llegar al mínimo estipulado de páginas
(aunque algunas editoriales lo que hacen en esos casos es aumentar el
tamaño de letra y los márgenes), y cuando las temáticas son similares.
Pero en este caso, como digo, cada una de las novelas hubiera podido
publicarse en solitario, y hubiéramos tenido dos buenas novelas, que nos
hubieran costado el doble, claro. Así que agradecemos a la editorial
este detalle para con los lectores.
La
primera de las novelas, ZAIBATSU, de Diana P. Morales, nos puede sonar
durante su lectura a algunas obras muy conocidas de la ciencia ficción,
como por ejemplo “Un mundo feliz”, de Aldous Huxley, “La fuga de Logan”,
de George Clayton Johnson y William F. Nolan, “Bóvedas de acero”,
de Isaac Asimos, etc. Pero pronto veremos que la novela adquiere una
voz propia que la va diferenciando de las mencionadas y aunque no
acabemos de de quitarnos esa sensación de estar leyendo algo ya
conocido, sí que pronto vamos arrinconándola para sumergirnos en sus
páginas como entidad propia.
Una
de las cosas que le confiere esa personalidad propia es la estructura
utilizada, a base de diferentes, llamémosle, puntos de vista. Los
capítulos se van alternando por diferentes visiones de los
protagonistas, grabaciones sensoriales de los mismos, de cámaras de
seguridad, de diarios personales, de noticias, etc. Todo ello bien
enlazado, sin ocasionar lagunas ni interrupciones en la trama. La acción
va saltando según el momento de un punto de vista a otro, pero
manteniendo la continuidad en todo momento, a pesar de saltar alguna que
otra vez de un lugar a otro, de unos protagonistas a otros, y de
diferentes medios de recoger y transmitir la información.
También
cuenta la novela con un desenlace sorpresivo, bien llevado, no gratuita
en ningún momento, sino acorde con lo que nos ha estado contando, pero
que realmente no habíamos podido anticipar. Las relaciones entre los que
viven en las “burbujas” con los habitantes del exterior, e incluso
entre los propios habitantes de la las burbujas, nos conducen a una
conclusión que, a pesar de poder recordarnos a algunas de las novelas
mencionadas, la verdad es que es sorpresiva. Además, ahí se aclara el
porqué del título de la novela…
Pasamos
a la segunda de las novelas que componen este volumen, “La edad del
vuelo”, de Alberto Moreno Pérez (que, a decir verdad, leí en primer
lugar). Es una novela con elementos “hard”, pero también al igual que
podríamos decir de la anterior, cuenta con una parte sociológica. En
ésta, nos presenta a Van-Merr, un veterano volador que está exprimiendo
sus últimos días como deportista de esa modalidad. Su edad, y el hecho
de que la modalidad en la que participa cada vez cuente con menos
adeptos y participantes, hace que el momento de su retirada esté cada
vez más cercano. Y eso sería desastroso para él, puesto que su pasión es
volar, y no concibe la vida si en vuelo. De hecho, dejó trabajo y
familia por el placer del vuelo, convirtiéndose prácticamente en un
sociópata, que sólo se relaciona un par de veces al año con uno de sus
hijos, y por obligación con compañeros de vuelo y representantes de su
espónsor. Pero un hecho fortuito cambiará todo, a sí mismo y a su mundo,
y le lanzará a una odisea en un inexplorado Júpiter, en el que se
convertirá en una especie de reclamo comercial/atracción
turística/avanzadilla empresarial.
Al
igual que en “Zaibatsu”, aquí encontramos también ecos de otras novelas
conocidas, como por ejemplo “China Montaña Zhang”, de Maureen F.
McHugh, “Refugio del viento”, de George R. R. Martin y Lisa Tuttle, y
“Más que humano”, de Theodore Sturgeon.
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