Reseña Top Cómic Mortadelo #53 (Francisco Ibáñez)
Reseña publicada en Anika entre libros
Argumento:
Dos historias completas de Mortadelo y Filemón, con material extra para complementar la edición. Dichas historias son ¡Broommm!, sobre sabotajes en el motociclismo, y La prensa cardiovascular… que trata sobre lo que su nombre parece indicarnos.
Opinión:
Como ya he comentado en otras reseñas, tanto de la Colección Olé de Mortadelo y Filemón, como de estos Top Cómic Mortadelo, podrán gustar más o menos, tener mejores épocas o peores, incidir en un tipo de humor u o en otro, según el momento, o estar más acertados en la crítica (o la mirada) social de la época que reflejan. Pero lo que sí tengo claro es que estos Top Cómic Mortadelo en los que se recopilan dos historias completas, de diferentes épocas, además de añadir material extra, son todo un acierto, debido a la relación precio/cantidad/calidad. Quiero decir que dos historias completas de Mortadelo y Filemón, con material adicional como pueden ser, en el presente caso: La cinemateca de la T.I.A, Disfraces para dos, Precaución, Ofelia al volante, Las peores pesadillas de Mortadelo, etc, al precio que el Grupo Z nos ofrece, me parece una muy buena idea.
En este caso, las historias que nos ofrecen son ¡Broommm!, en la que deben descubrir a los saboteadores de las carreras de motociclismo, y La prensa cardiovascular, en la que Mortadelo y Filemón deben atrapar a un desaprensivo paparazzi. En ambas, como siempre, manda la actualidad del momento, y en la primera veremos a los motociclistas del momento, bajo nombres "supuestos" (Dani Pedruscosa, Toby Olías, Esparragó…), y en la segunda. Los políticos, la nobleza… y los agentes de la T.I.A. serán el objetivo de la prensa "cardiovascular".
Ambas historias, como suele ser común en cierta época del autor, comienzan con una introducción del tema a tratar; en el primer caso, el de los medios de transporte, hasta llegar a la motocicleta, y en el segundo, los temas del corazón (empezando con la "creación" de Cupido… y de ahí en adelante). Mantienen los gags, tanto visuales como de diálogos marca reconocidas de Ibáñez, de los que nunca nos cansamos.
Comentar también que, debido a que el autor quiera mantenerse unido a la realidad del momento que refleja en las viñetas, el final de "La prensa cardiovascular" se me antoja raro, muy raro, algo que no guarda, en principio, relación, con el resto de la historieta, aunque el autor lo justifique en palabras de uno de los personajes. Pero aún así, ese final no me ha convencido en absoluto. Bueno, al menos no hace que el resto de la historia, todo lo anterior, pierda fuerza; sólo que es inesperado.
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